Especialización: tres formas para seguir en el mercado

El mes de septiembre no ha comenzado con buen pie. Y no sólo a causa de la depresión postvacacional sino por los últimos datos de desempleo. El paro registrado aumentó el último mes en 46.400 personas tras seis meses consecutivos a la baja y se destruyeron 179.485 empleos. De este modo, el número de parados registrados se sitúa en 3.382.324, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Se trata del peor agosto desde 2008 en términos de afiliación y desde 2011 en términos de paro. Alarmados por esta cifra, desde IMF Business School tienen clara que la mejor forma para diferenciarse en el mercado laboral actual es la especialización. Vivimos en un momento en el que conocer un idioma no es suficiente, en el que poseer estudios universitarios se ha convertido en una exigencia y ha dejado de ser un valor añadido. Por ese motivo, seguir formándose es la única forma para mantenerse en el mercado.

Sin embargo, el error está al pensar que son los desempleados los únicos que deben seguir formándose hasta encontrar empleo, también los trabajadores deben hacerlo para mejorar su empleabilidad y adaptarse a los cambios y nuevas oportunidades de su sector. Existen varias formas de hacerlo posible dependiendo de las necesidades de cada estudiante. Desde la escuela de negocios han querido analizar las características de cada una de ellas para que los alumnos puedan conocerlas y elegir la que más se adapte a sus necesidades:

Formación online. En este tipo de programas se sustituyen los medios tradicionales de formación por otros medios a través del uso de las nuevas tecnologías. La principal ventaja de esta opción es que los alumnos pueden disfrutar de acceso a la plataforma 24/7. Es la mejor opción para aquellos que están trabajando o cuya vida familiar no les permite tener un horario fijo. Suelen tener un precio más ajustado y lo único que se necesita es un dispositivo con conexión a internet.

Formación semipresencial. Se trata de un paso, ya que con ella los alumnos gozan de los beneficios de una plataforma online, además de las ventajas de la asistencia a clase para resolver dudas y realizar ejercicios para poner en práctica los conocimientos adquiridos en los materiales de estudio. Además, no es necesario que el alumno se desplace todos los días al lugar de impartición de la formación, sino que son horarios más flexibles como tardes o fines de semana. También este tipo de formación es menos costosa que la presencial.

Formación presencial. La de toda la vida, donde profesor y alumno se encuentran en el aula. Al ser presencial facilita la motivación del alumno por parte de los diferentes expertos que impartes las clases. La formación presencial, comúnmente, tiene un coste mayor ya que precisa de unas instalaciones fijas. No podemos obviar, algo muy importante estos días, y es que las clases presenciales favorecen el networking, ya que conoces en persona a compañeros y docentes.

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