Historia de un emprendedor entre gigantes

Víctor Alonso, un piraña dispuesto a reivindicar su bocado en el mercado de los snacks

El madrileño, junto a Tostaderos Sol de Alba, acaba de lanzar Piraña, una marca de aperitivos de sabores contundentes con miras internacionales

“Tienes que buscar una idea de algo muy barato y pequeño que se pueda consumir muchas veces”. Cuando Víctor Alonso era estudiante de Administración y Dirección de Empresas, no imaginaba que aquel consejo que le dio Juanjo Villar, entonces subdirector comercial de la Agencia EFE, acabaría regresando a su cabeza de emprendedor ya materializado en un cacahuete de sabores contundentes y dispuesto a morder en el sector de los snacks bajo el nombre de Piraña.

Piraña“Emprender es un viaje difícil que hay que recorrer con obsesión, enamoramiento y perseverancia” 

2.500 puntos de venta repartidos entre estanterías de Carrefour y Alcampo, máquinas de vending de empresas y Metro de Madrid, tiendas de barrio, ‘chinos’, supermercados pequeños, universidades, colegios mayores y cines Kinépolis son los progresos que la marca ha hecho en apenas unas semanas. Una batalla quimérica si se piensa que Piraña es un pequeño David que se ha propuesto hacerse sitio en la pecera de los Goliats. Actitud que le define y que anima a seguir a los consumidores de este producto a través del ‘Manifiesto Piraña’ que firma en la web de la marca pirañanuts.com.

El 2 de noviembre Piraña salió al mercado. La Comunidad de Madrid ha sido su línea de salida. Sin embargo, Alonso ambiciona más para esta marca nacida para poner creatividad, intensidad y tintes de ‘Wasabi soy sauce’‘Curry masala’ y ‘Kentucky barbacue’ a un sector, el de los snacks, que encuentra “aburrido, falto de esencia, sin emociones” y no siempre saludable. Quieren dar el salto al mercado internacional. Están decididos a vender en el resto de España pero también a subirse a la corriente que lleva a las pymes a exportar ideas, productos y negocios. Y no es un sueño. Ya han empezado a mover ficha.

Ser emprendedor, el largo viaje de los perseverantes

La aventura que este madrileño ha tenido que recorrer hasta alcanzar el escalón en el que ahora se encuentra ha sido apasionante, sí, y difícil, también. “Es verdad que parece que lo de emprender está de moda. Pero pocos tienen madera de emprendedor. Es un camino lleno de sinsabores, de momentos malos abocados a rendirte o luchar contra ti mismo”, asegura. Solo con “obsesión, enamoramiento” y “actitud piraña”, la idea resiste.

“Si tienes una idea económicamente sostenible, la perseverancia, la constancia y la paciencia, no con los proveedores, con ellos debes ser impaciente”, son máximas que han de acompañar al emprendedor que busque éxito. “Un éxito que no llega de la noche a la mañana”, advierte.

Para llegar hasta Piraña Alonso dio esquinazo al miedo de romper con lo establecido y dejó una vida cómoda y prometedora en el mundo de las finanzas por perseguir su idea de libertad. Pero, también, se la jugó invirtiendo sus ahorros en dar la vuelta al mundo por tierra y mar -el programa de TVE2 ‘La aventura del saber’ se hizo eco de su inspirador viaje en una serie de capítulos-, se aventuró a introducir los kikos en Argentina como fundador de la marca Krikos “con 120.000 euros de inversión y sin tener idea de importación y exportación, se esmeró en sacar brillo a su perseverancia durante siete meses de largas negociaciones, y, decidido, alimentó su paciencia con altas dosis de confianza en sus propósitos, siendo el primero en apostar por el tesoro que encontró buscando.

El viaje del emprendedor es un viaje en solitario en el que, sin embargo, conviene buscar buenos aliados. Así, Víctor se siente “afortunado” por haber encontrado en el camino a Tostaderos Sol de Alba, una firma “que conoce bien el mercado” y no teme “innovar”. Esta empresa, especializada en elaboración y distribución de frutos secos y aperitivos, es quien le dio el sí quiero.  Sin producir a terceros, se animo a constituir la Joint Venture ‘Keep Hungry SL’ junto a Víctor Alonso y asumir la explotación de la marca de Piraña.

El primer bocado, en Argentina

Si uno le sigue a este pez convertido en snack para intrépidos se encontrará que el origen está en aguas del Atlántico, pero de costas argentinas. Allí Víctor Alonso creó y fundó la marca después de probar a introducir los kikos en un país donde el maíz se consumía pero de otra manera.

“Hoy Krikos sigue funcionando. Aún así, me di cuenta de que sin apenas dinero cuesta mucho comunicar un producto novedoso. Por eso la decisión fue apostar por otro más conocido allí, el cacahuete, pero innovando en sabores”, recuerda. De este modo fue como, al otro lado del océano, nació la idea de Piraña.

Tras años fuera desde que emprendiera la aventura de recorrer el mundo prescindiendo de aviones, Víctor siempre sintió las ganas de volver a Europa. Entonces, regresó, registró la marca en medio mundo y ahora se siente preparado para dar los próximos bocados.

  • El spot de Piraña será proyectado en los cines Kinépolis el día del estreno de ‘Star Wars: El despertar de la fuerza’ antes de la proyección de la película.

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